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11/08/2025   |   CORPORATIVO
El arquitecto rebelde que llegó a Valencia desde el trópico y junto a Paula Cabrera ha creado un estilo propio: «Estamos jugando y disfrutando»

José Roberto Paredes se acuerda muy bien del olor a serrín, a cemento y a madera en sus visitas a las obras acompañando a su padre, arquitecto de profesión, cuando era sólo un niño.

También cuando lo veía trabajar en el estudio de su casa, enfrascado en sus planos. «Para mí eran momentos de calma», explica este arquitecto salvadoreño, afincado desde 2019 en Valencia, ahora en Dénia, y al frente de un estudio llamado Cinco patas al gato con el que lleva 30 años de andadura. Todavía recuerda cómo en tercero de carrera conectó con esa serenidad que le transmitía la imagen de su padre mientras diseñaba. «Descubrí que me gustaba esa parte, la de perderme en el mundo de las ideas y de mis sueños».

José Roberto ha sido siempre alguien que no se quería conformar con lo establecido, y cuando se graduó se aupó una mochila a los hombros para viajar por Europa. Vivió en Barcelona y desde que volvió a El Salvador un pedazo de su corazón había quedado ligado a la forma de vivir de España. «La primera vez que llegué al estudio eran las ocho y estaba todo oscuro», recuerda, riendo, y entendió que «había que disfrutar la vida mientras uno trabaja». La vuelta no fue además como él la imaginó. «Mi papá y yo no nos entendíamos, yo era más rebelde, así que decidí armar mi empresa en 2004. Comencé en el cuarto donde a los nueve meses nació mi hija». Bajo esa forma de mirar a su alrededor, «buscando siempre lo que no existe», decidió ponerle el nombre de Cinco patas al gato a su empresa. «Yo creo que al final tienes que explorar incluso en el absurdo porque te va a llevar a otras soluciones que no te habías planteado».

Sus inicios no fueron fáciles, pero el nombre se convirtió en un filtro y «no me buscaban quienes querían remodelar su baño», bromea José Roberto, que todavía mantiene un acento bien caribeño, ya que viaja cada tres o cuatro meses a su país natal, donde tiene varios proyectos en marcha.

Otra forma de vida

José Roberto Paredes vive en Dénia, a cinco minutos andando del mar. Por las mañanas se lo toma con tranquilidad, escribe, lee, pasea y se pone a trabajar más tarde, ya que por la diferencia horaria tiene la tarde ocupada con 'zooms'. «Aquí es como estar todo el año de vacaciones», asegura José Roberto, que agradece al hermano y la madre de Paula la buena sintonía gracias a un trabajo del que se nutren las dos partes. «Me adoptó una familia».

Pasó dos crisis, la de 2008 y la de mediana edad, y la segunda fue más determinante, ya que pensó que su hija debía vivir otras realidades más allá del complejo insular de El Salvador, en un momento de extrema inseguridad en el país. «Quería borrarle las barreras y nos fuimos mi ex, Jimena y yo a recorrer el mundo, buscando dónde vivir». Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia, Indonesia, Tailandia, Vietnam, Europa... Fueron seis meses de periplo hasta llegar a España. «Mi excuñada vivía en Barcelona pero a mí me gustaba Galicia o Portugal. Y un 31 de diciembre en el que no encontraba apartamento en Barcelona lo más cercano que me llamó la atención fue Valencia». Aquel mes cerca del jardín del Turia fue un antes y un después en su vida, y decidió quedarse. A través de una amiga que le quería ayudar a abrirse paso en la profesión en Valencia José Roberto conoció a Paula Cabrera, arquitecta y segunda generación al frente de Pepe Cabrera, una de las firmas más importantes en mobiliario y diseño. «Desde entonces estamos juntos». Con ella el salvadoreño consiguió volver a enamorarse de la arquitectura, de la que estaba desencantado. Era 2019 y unos meses después llegó el covid. «Como nos estábamos conociendo todavía los hijos de Paula preguntaban con quién hablaba y la excusa fue empezar a trabajar juntos. El primer proyecto fue en Polonia, y nos gustó tanto la experiencia que no hemos parado de hacerlo. En realidad estamos jugando y disfrutando».

José Roberto Paredes y Paula Cabrera. GASTÓN BEVACQUA

Proyectos en Latinoamérica y en el Mediterráneo, el mix que ha supuesto poner en común la forma de entender la arquitectura de José Roberto y la de Paula les ha permitido crear un concepto nuevo de habitar, que ellos llaman 'tropimediterráneo'. «Trabajar juntos nos permite pensar de otra manera. A priori nos planteamos que podría ser complicado porque los arquitectos nos obsesionamos con el diseño pero ha sido muy enriquecedor», asegura Paula Cabrera, que interviene en la conversación.

Así, su forma de afrontar cada proyecto es único, y es que «raramente preguntamos a los propietarios qué espacios quieren, sino que les entrevistamos para conocer cómo viven, qué sueños tienen, incluso que sus manías y sus rarezas sean vistas como esa individualidad que luego está presente en el diseño. Y que las casas sean una herramienta de conexión con las personas». Paula Cabrera ha encontrado en José Roberto Paredes un pensar muy alineado porque en Pepe Cabrera también «nos gusta pensar en las personas, en las historias que se crean en las viviendas».

La Piscucha, una obra de 2010 de José Roberto en El Salvador.

Casa Azul, diseñada en 2012 por Cinco Pies al Gato, en la playa Costa Azul de El Salvador.

Vista cenital de Casa Al Suave, El Salvador.

Hay coincidencias en la manera de vivir en el Trópico y en el Mediterráneo, sobre todo en la necesidad de vivir afuera, aunque en este lado del continente se le da mucha más importancia al confort interior de la casa, que en El Salvador o Nicaragua está en el exterior. Allí, además, donde llueve mucho, no hay suavidad y textura en los espacios al aire libre. Pepe Cabrera ha encontrado también un mercado poco explorado en la tierra natal de José Roberto, donde lo habitual es viajar a Estados Unidos para amueblar las casas.

De momento, están inmersos en la Comunitat Valenciana en varios proyectos que todavía no están acabados -«aquí las licencias van mucho más despacio»- incluida la vivienda donde van a vivir en Dénia. Y volver al concepto de sentarse al aire libre bajo una parra, y que conecta con la tradición más valenciana.

Fuente: LAS PROVINCIAS
Artículo: https://tinyurl.com/22x7nowf

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