En
Pepe Cabrera nos encanta hacernos eco de cualquier
innovación relacionada con el medio ambiente y, en esta ocasión, queríamos compartir con vosotros un ambicioso proyecto de ingeniería nacido aquí en España y que puede suponer una verdadera
revolución en la generación de energía eólica.
Se trata de
Vortex Bladeless, unos molinos de viento cuya particularidad más destacada es la total ausencia de aspas y que han sido diseñados por los ingenieros
David Yánez y
Raúl Martín, junto con el periodista
David Suriol.
El secreto de estos particulares molinos de viento se encuentra en el
fenómeno físico conocido como los vórtices de Von Kármán, por el cual (simplificándo el concepto) cuando una estructura rígida se encuentra con un fuido como el viento se genera lo que se conoce como
calles de vórtices de Von Kármán.
La consecuencia es la generación de patrones cíclicos de remolinos alrededor de la estructura que la azotan haciéndola oscilar.

Lo más peligroso de esta oscilación surge
cuando su frecuencia se acerca a la frecuencia de resonancia de la estructura, ya que puede tener
efectos devastadores que terminan con su destrucción total. El caso más famoso quizás sea el del puente de la
ciudad de Tacoma en wahington.
No os perdáis el vídeo de cómo se hace añicos debido a este efecto.

Sin embargo,
Vortex Bladeless aprovecha este fenómeno físico en su propio beneficio,
aprovechando la energía producida en la oscilación de la estructura convirtiéndola en electricidad. Y aunque es un 30% menos eficiente que sus competidoras las turbinas, tiene la ventaja de poder colocar más cantidad en el mismo espacio e igualar la cifra de producción manteniendo los costes muy por debajo de los actuales.
Esto permite la creación de unas
estructuras sin engranajes ni aspas que comportan infintas ventajas tales como evitar accidentes con las aves del entorno, eliminar por completo la contaminación acústica al no disponer de aspas o poder aumentar la densidad de molinos en un mismo espacio.

Pero desde luego la
ventaja definitiva que aporta nucho números para que el proyecto triunfe es la
drástica reducción de costes, tanto de fabricación, como de transporte, como de mantenimiento, al no disponer de engranajes y partes móviles que puedean degradarse.

Habrá que esperar hasta 2016 para ver los primeros resultados pero esperamos que triunfen y consigan
revolucionar la generación de energía eólica. Al final del artículo podéis ver un vídeo en el que nos lo cuentan con detalle.
Equipo Pepe Cabrera, arquitectos e interioristas.